En la Basílica de Lujan se hizo memoria del 25 de mayo de 1810, en conmemoración del 205 aniversario de la Revolución de Mayo, que marcó el comienzo de nuestra historia como nación independiente.
Cristina Kirchner fue recibida por el arzobispo de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, el secretario General de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, y ministros del Gobierno.
Al llegar a Luján, Cristina, junto a Radrizzani, recorrió las obras realizadas por el Gobierno en la histórica Basílica, quien en la homilía que brindó agradeció las mejoras que se hicieron en el tradicional templo de la Patrona de la Argentina.
En ese sentido, Radrizzani destacó las obras de refacción que se realizaron en la Basílica, que “le devolvieron el resplandor” que tenía en 1930, cuando la virgen fue declarada patrona de Argentina, y citó las palabras de Jorge Bergoglio cuando fue ungido Papa Francisco, pidiendo que los argentinos caminen juntos, se cuiden unos a otros y “no se saquen el cuero”, expresión que arrancó la sonrisa de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.