

Centro Municipal de Estudios paceño, ubicado en Alem y Pueyrredón.

El 26/9, por la
noche, estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos del pueblo de
Ayotzinapa viajaron a la ciudad de Iguala. Allí, la esposa del alcalde José
Luis Abarca daría su informe de gobierno.
La policía
reprimió a los estudiantes. Hubo balas, muertos, heridos y desaparecidos. Los
policías municipales detenidos dijeron que los más de 40 estudiantes
desaparecidos habían sido entregados por ellos a sicarios del cartel Guerreros
Unidos. Dijeron también: los Guerreros Unidos habían prendido fuego a los
estudiantes y los habían enterrado en varias fosas.
Luego de estos
acontecimientos: La desconfianza en las instituciones así como la indignación
por un suceso que ha desbordado la paciencia de los mexicanos y de varios
lugares del mundo, es lo que ha hecho que en las últimas semanas decenas de
miles de personas se hayan echado a la calle para participar en distintos tipos
de protestas -manifestaciones, bloqueos de carretera, toma simbólica de edificios
institucionales y vestirse de negro.
Primero
vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista”.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por los estudiantes, y yo no me preocupe, pues era parte del sistema.
Luego vinieron por los periodistas, y yo me quedé callado, pues no me interesaba enterarme de nada.
Luego vinieron por los homosexuales y yo ni siquiera quise enterarme, pues soy heterosexual.
Luego vinieron por los negros, pero como soy blanco, tampoco hice nada.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie al que le importara ni que quisiera hacer nada por mí”.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por los estudiantes, y yo no me preocupe, pues era parte del sistema.
Luego vinieron por los periodistas, y yo me quedé callado, pues no me interesaba enterarme de nada.
Luego vinieron por los homosexuales y yo ni siquiera quise enterarme, pues soy heterosexual.
Luego vinieron por los negros, pero como soy blanco, tampoco hice nada.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie al que le importara ni que quisiera hacer nada por mí”.